Negociación convenios colectivos

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El convenio colectivo propio de empresa es una herramienta muy conveniente para regular con flexibilidad y consenso las relaciones laborales de la empresa, y despejada ya desde finales de 2021 la incertidumbre sobre reformas del Título III del ET, parece que el momento actual es el idóneo antes de que la subida de tipos y las consecuencias de una inflación desbocada empiecen a causar estragos en nuestro tejido empresarial.

Miguel Soldan Interlaboris
Miguel Soldán, CEO y fundador de Interlaboris.

¿Qué beneficios puede aportar el Convenio propio de empresa? Aquí te dejamos algunos ejemplos:

1.- Política retributiva adaptada: La política retributiva es uno de los aspectos más importantes en la gestión de los recursos humanos de una empresa. Con un Convenio propio de empresa, puedes establecer una política retributiva adaptada a las necesidades concretas de tu empresa. Esto significa que puedes determinar los salarios y los complementos salariales de tus empleados, y vincularlos a los resultados de la empresa. Así, podrás recompensar a los empleados que más contribuyen al éxito de la empresa y motivarlos para seguir trabajando con dedicación y compromiso.

Además, tras la esperada Reforma Laboral de 2021, aunque es preciso respetar como mínimo la cuantía del salario que marca el convenio sectorial, las fórmulas para esquivar con seguridad jurídica esta exigencia son factibles. Desde otro punto de vista, si dispones de un Convenio propio, y tu empresa quiere captar talento y diferenciarse, podrás establecer salarios más altos y complementos salariales más atractivos que los que se establecen en el convenio sectorial, diferenciándote en definitiva de tu competencia.

La flexibilidad es clave para la continuidad de las empresas y no parece que esto vaya a cambiar en los años venideros, sino todo lo contrario.

2.- Sistema de clasificación profesional: El sistema de clasificación profesional es otro de los aspectos que puedes regular con un Convenio propio de empresa. Podrás adaptarlo a las necesidades de tu empresa, estableciendo la posibilidad de movilidad funcional y la polivalencia entre los empleados. De esta manera, tus empleados podrán desarrollar su carrera profesional dentro de la empresa, adquiriendo nuevas habilidades y conocimientos.

Además, podrás establecer grupos profesionales propios, que se adapten mejor a la realidad de tu empresa. De esta manera, podrás evitar tener que contratar a trabajadores con perfiles muy diferentes para cubrir necesidades concretas. En lugar de eso, podrás formar a tus empleados para que desarrollen nuevas habilidades y puedan desempeñar tareas diferentes dentro de la empresa.

3.-Jornada y descansos adaptados: podrás regular la jornada, horarios, descansos y vacaciones respetando la ley, pero adaptándolos a la realidad productiva de la empresa. También podrás negociar un nuevo modelo de tiempo de trabajo para ampliar el margen de distribución irregular de la jornada y otras fórmulas de flexibilidad interna.

Por ejemplo, podrías establecer un modelo de bolsa de horas, que permita a los empleados trabajar más horas en momentos de mayor demanda y compensarlas con más tiempo libre en momentos de menor demanda. De esta manera, podrás adaptar la jornada de tus empleados a las necesidades de la empresa y, a la vez, mejorar su conciliación familiar y personal.

4.- Adaptar a la empresa las modalidades de contratación y sus períodos de prueba: La regulación del Convenio propio de empresa también puede ser una excelente herramienta para adaptar las modalidades de contratación a las necesidades de la empresa, en función del tipo de negocio, el volumen de trabajo, el tipo de actividad y otros factores relevantes. Esto significa que se puede establecer una política de contratación más flexible y ágil, que permita a la empresa adaptarse con rapidez a las necesidades del mercado.

Además, el convenio también puede regular los periodos de prueba para los nuevos empleados, definiendo su duración y las condiciones en las que se puede resolver el contrato durante este periodo. Esta flexibilidad permite a la empresa evaluar el desempeño del empleado antes de tomar una decisión definitiva sobre su contratación.

5.-Establecer un Régimen Disciplinario ad-hoc con mecanismos propios adaptados a la realidad de la empresa: Otra ventaja de contar con un Convenio propio de empresa es la posibilidad de establecer un Régimen Disciplinario ad-hoc, que permita establecer las normas y procedimientos necesarios para regular las conductas y actitudes de los empleados. Esto puede ser especialmente útil en empresas con un alto grado de especialización o en las que se maneja información o datos confidenciales.

El Régimen Disciplinario ad-hoc puede definir sanciones disciplinarias, tales como la amonestación, la suspensión de empleo y sueldo, o incluso el despido disciplinario, en función de la gravedad de la falta cometida, aterrizando las distintas faltas a la casuística habitual en la empresa, evitando así las generalizaciones de los Convenios de otros ámbitos que muchas veces sitúan a las empresas en un laberinto de indefensión. De esta forma, se puede garantizar la disciplina y el buen comportamiento de los empleados, lo que se traduce en una mayor productividad y eficiencia.

6.- Implantar sistemas de desarrollo profesional y carrera, que incluyan políticas formativas concretas para las necesidades de la empresa:  Finalmente, el Convenio propio de empresa también puede ser una herramienta muy útil para establecer sistemas de desarrollo profesional y carrera, con políticas formativas concretas para las necesidades de la empresa. Esto significa que se pueden establecer planes de formación y capacitación específicos para los diferentes puestos de trabajo, y se puede incentivar la promoción interna y el crecimiento profesional de los empleados.

Esto puede resultar especialmente útil en empresas con una alta rotación de personal, ya que permite fidelizar a los empleados y aumentar su compromiso y motivación. Además, la formación continua de los empleados se traduce en una mayor calidad de los productos o servicios que se ofrecen, lo que a su vez puede repercutir positivamente en los resultados de la empresa.

En definitiva, si estás pensando en mejorar las relaciones laborales de tu empresa aumentando la flexibilidad y adaptabilidad a los cambios del mercado, el convenio colectivo propio puede ser la solución perfecta.

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